El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), es un acuerdo de libre comercio que fue anunciado el 30 de noviembre de 2018. Este acuerdo cambia los lineamientos actuales que regulan el comercio norteamericano contenidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Denominado como el “nuevo TLCAN”, el T-MEC representa un esfuerzo colectivo para modernizar el sistema de libre comercio e incrementar la actividad económica éntrelos países participantes, al establecer un manual de reglas para un beneficio mutuo con la actividad comercial trasfronteriza.
Tras la aprobación de diversas reformas al T-MEC, los países participantes finalmente lograron un acuerdo final el 10 de diciembre de 2019. Asimismo, el 16 de enero de 2020, después de una votación 89-10 en el senado respecto la implementación de la legislación, el congreso de los Estados Unidos dio aprobación final al T-MEC. Se espera que el presidente Donald Trump firme el acuerdo esta semana. México ya ha aprobado este acuerdo, sin embargo, aún requiere su ratificación en Canadá para entrar en vigor y reemplazar al TLCAN, lo cual se anticipa que suceda a principios del 2020.
Los patrones deben estar al tanto de los cambios que se esperan derivados del T-MEC y anticipen cualquier impacto potencial a sus industrias y a sus fuerzas de trabajo y operaciones específicas. El presente artículo trata sobre cambios clave en el T-MEC, con un enfoque en manufactura de automóviles y las reglas laborales del acuerdo.
Manufactura de Automóviles
El T-MEC contiene reglas especiales (Capítulo 4, Reglas de Origen) que afectaran a los patrones en el sector automotriz e industrias relacionadas. De manera general, se está impulsando la implementación de requerimientos regulatorios que regirán a los automóviles y auto partes “Hechas en Norteamérica”.
El acuerdo requiere que los vehículos de pasajeros y camiones ligeros cuenten con 75 por ciento de contenido hecho en Norteamérica a partir del 1 de enero de 2020 (o tres años después de la fecha en que entre en vigor este acuerdo, cualquiera que sea posterior), y los cambiones pesados deberán contener 70 por ciento de contenido hecho en Norteamérica – respecto del 62.5 por ciento y 60 por ciento respectivamente, bajo el TLCAN – a partir del 1 de enero de 2027 (o siete años después de la fecha en que entre en vigor este acuerdo, cualquiera que sea posterior). Lo anterior con la intención que los automóviles se mantengan libres de aranceles al desplazarse entre los países participantes.
También hay reglas de “Contenido de Valor Laboral” que requieren que haya prueba que 40-45 por ciento del contenido de un automóvil es realizado por empleados que ganan al menos $16 dólares por hora. Sin embargo, existe un crédito de hasta el 15 por ciento de este “Contenido de Valor Laboral” que puede ser otorgado a los manufactureros de automóviles para los salarios pagados en actividades de investigación, desarrollo, e ingeniería.
Adicionalmente, el T-MEC contiene una carta accesoria por la cual Canadá protege a hasta 2.6 millones de automóviles destinados a pasajeros de aranceles potenciales de manera anual (La carta también exenta a cambiones ligeros de aranceles). Esta protección excede los niveles de exportación históricos de Canadá hacia los Estados Unidos.
Leyes Laborales más Estrictas
Bajo el TLCAN, los requisitos laborales eran dirigidos en un acuerdo paralelo, sin embargo, el T-MEC contempla un desarrollo significativo respecto del TLCAN al dirigir estos requisitos en un capítulo específico en materia laboral (Capítulo 23, Laboral) en el acuerdo principal, señalando que las reglas laborales tendrán mayor importancia bajo el T-MEC.
Entre las regulaciones laborales, el T-MEC incluye reglas laborales dirigidas a la discriminación de género, trabajadores migrantes, y violencia contra los trabajadores. Por ejemplo, la sección de “discriminación por género en el centro de trabajo” requiere a las naciones participantes que se adhieran a políticas que:
“protejan a los trabajadores contra la discriminación laboral por género (incluyendo lo relativo a acoso sexual), embarazo, orientación sexual, identidad de género, y responsabilidades de ayuda; proveer ausencias con protección del trabajo para [el] nacimiento o adopción de un niño y cuidado de la familia; y protección contra la discriminación salarial”
Adicionalmente, el capítulo laboral del T-MEC contempla un anexo específico para México. Este anexo busca ajustar el sistema de contratación colectiva en México. Requiere que todos los Contratos Colectivos de Trabajo en México sean renegociados por lo menos una vez dentro de los cuatro años posteriores a que la legislación entre en vigor para revisar problemas de salario y condiciones laborales.
Los Contratos Colectivos de Trabajo deberán ser aprobados por la mayoría de los miembros a través de una votación “personal, libre, y secreta”. Aunque este proceso ha estado vigente a nivel federal en México por algún tiempo, su inclusión en el T-MEC reforzará dicho proceso (Hasta el 31 de diciembre de 2019, solamente 29 Contratos Colectivos de Trabajo han sido legitimados). El T-MEC también crea una entidad separada e independiente para regular los Contratos Colectivos de Trabajo en México.
Implementación y Aplicación
La implementación y aplicación de las reglas en materia laboral son una pieza critica del T-MEC. Para mejorar la aplicación, las partes se han comprometido a aplicar sus leyes laborales nacionales para asegurar que respetan las obligaciones contenidas en el T-MEC. El incumplimiento a estas obligaciones puede llevar a un país participante a activar un proceso de solución de controversias bajo el T-MEC.
Finalmente, el capítulo laboral contiene un lenguaje de “reapertura” que puede llevar a futuras regulaciones afectando a los centros de trabajo. Por ejemplo, al año en que entre en vigor el T-MEC y posteriormente, cada dos años, un consejo laboral se deberá reunir para considerar cualquier problema contenido en el capítulo laboral.
Recientemente, los Estados Unidos y México resolvieron una disputa de 11 horas que pudo haber afectado una votación del congreso con relación al T-MEC.
Después que dos países realizaran las reformas, México objetó el lenguaje en la legislación de Estados Unidos con relación al T-MEC. La legislación establecía que los Estados Unidos nombrarían hasta cinco oficiales del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos adicionales como agregados a la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México. Los representantes mexicanos se preocuparon en que estos oficiales fueran a actuar como inspectores laborales.
En respuesta a estas preocupaciones, el Representante de Comercio de los Estados Unidos, Roberto Lightizer, publicó una carta aclarando las funciones de los agregados manifestando que no serán inspectores laborales y que se regirán por todas las leyes mexicanas. Los representantes mexicanos estuvieron satisfechos con la explicación manifestada en la carta.
Los agregados trabajarán con grupos de la sociedad y de trabajadores en México en la implementación de las reformas laborales mexicanas, y ayudarán a realizar cambios para asegurar el cumplimiento del T-MEC.
Evaluando el Impacto del T-MEC
Los patrones en varias industrias han utilizado las permisiones del TLCAN para ubicar o trasladar su producción a México, en donde los costos laborales son menores. El T-MEC busca reducir la desigualdad salarial entre los países participantes a través de, entre otras cosas, la implementación y aplicación de nuevas reglas laborales (particularmente en México).
El movimiento laboral parece empoderarse con el contenido del T-MEC. En un anuncio público, Richard Trumka, presidente de AFL-CIO, dijo,
“Por primera vez, habrá realmente estándares laborales aplicables – incluyendo un proceso que permite la inspección a fábricas e instalaciones que no están cumpliendo con sus obligaciones”.
Estados Unidos
En los Estados Unidos, específicamente, la reducción en la desigualdad salariar entre Estados Unidos y México anticipa el regreso de inversión a los Estados Unidos y la reducción del traslado de producción estadounidense a México. Los cambios en la ley laboral mexicana impulsados por el T-MEC podrán en última instancia resultar en un ambiente laboral similar al de Estados Unidos y a través de coaliciones y alianzas podrán ultimadamente fortalecerse los sindicatos en los Estados Unidos.
México
En México, el T-MEC podrá incrementar la participación de los trabajadores en la negociación colectiva al fomentar sindicatos con control obrero. Asimismo, el resultado de la mejora salarial ayudará a revertir la tendencia de crisis salarial en México.
Canadá
Para Canadá, se anticipa que el T-MEC apoye al sector automotriz y proporcione ventajas para los trabajadores de dicha industria. Como resultado de la carta paralela negociada entre Canadá y Estados Unidos, se espera que el acuerdo también proteja a las importaciones canadienses de altos aranceles.
Próximos Pasos en la Implementación
El T-MEX aún espera la implementación por parte de Canadá. Mientras a algunos expertos en comercio les preocupaba que el T-MEC fuera a morir como resultado de políticas en el Congreso, el voto de la Cámara de Representantes en diciembre del 2019 y el voto del senado aprobando el T-MEC, hacen que el acuerdo comercial sea certero.
El Grupo de Práctica Transnacional de Ogletree Deakins continuará monitoreando los avances relacionados con la implementación del T-MEC y publicará los avances en el blog “Transnacional” conforme los haya.
Stephen Shore es socio en la oficina de Toronto de Ogletree Deakins.
Pietro Straulino-Rodríguez es el socio director de la oficina en la Ciudad de México de Ogletree Deakins.
Jordan Romano se graduó en 2019 de la Facultad de Derecho en la “University of Western Ontario” y actualmente es un estudiante practicante en espera de su admisión a la Sociedad de Derecho de Ontario.